Esta hermosa ciudad venezolana fue fundada en el año 1713 y bautizada como San Miguel de Río Caribe; este lugar fue el segundo territorio de los españoles en el maravilloso Estado Sucre. Desde el instante en que fundada, esta localidad ha mantenido vivas sus tradiciones y construcciones típicas, como es el caso de la capilla La Ermita.
Sus estrechas calles y elevadas aceras ponen en evidencia aquel pasado indeleble, donde las carretas y caballos eran los medios de transporte utilizados.
Ir a Río Caribe y no degustar las famosas empanadas de cazón, las rebanadas, el chorizo y las arepas de harina de trigo mejor conocidas como domplinas es perderse de la más deliciosa gastronomía.
Cuenta con un puerto pesquero de mucho significado para el sector de la Península de Paria, además de ser el portal a una de regiones más extraordinarias y completas de la geografía venezolana.
A parte de su potente actividad pesquera, posee prodigiosas joyas arquitectónicas, como lo es su antigua iglesia que data del año 1717, la cual fue restaurada en 1919, y las capillas de San Miguel Arcángel y El Calvario, que se aprecian en las colinas que bordean al poblado. También, podrá conocer en la Hacienda Agua Santa, todos los procesos o fases de la producción del cacao, que es cultivado para el consumo nacional e internacional; es el mejor y más delicioso cacao venezolano.
En las cercanías de Río Caribe se localizan dos de los lugares turísticos predilectos por los apasionados surfistas y demás turistas: Chaguarama de Loero y Playa de Uva.