Hablar de Mérida, es inmediatamente imaginar sus grandiosas cumbres y demás monumentos naturales que sin duda alguna nos hacen sentir orgullosos de ser venezolanos y ser admirados ante los ojos del mundo por ser tan afortunados en tener tan extraordinarios y exuberantes paisajes inigualables.Localizado en el hermoso Páramo entre Timotes y Mucuchíes, un magnífico monumento de un inmenso y majestuoso cóndor con sus alas desplegadas, fue creado en el año 1925 por el escultor colombiano, Marcos León Mariño, en honor al Ilustre Libertador Simón Bolívar.
Es todo un lujo observar tan espectaculares panoramas y una densa y misteriosa neblina, que luego se transformará en nieve en los meses de Julio, Agosto y Septiembre; una grandiosa temporada en la cual se hacen sentir los turistas maravillados con estos atractivos obsequiados por la sabia naturaleza.
Allí se encuentra un restaurant, cabañas y una capilla de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela. Este hermoso sitio presenta gran afluencia turística e incluso visitantes de diversas partes del mundo. El restaurant cuenta con calefacción, excelente atención, sanitarios, teléfono público, venta de preciosa artesanía, agradables paseos a caballo, y desde ese punto comienza un trayecto que lo guiará a un caserío cercano llamado Piñango.
Este monumento natural posee una altitud de unos 4.118 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndolo en el punto más alto en cualquiera de las carreteras de Venezuela. Está situado en la Sierra de la Culata, en la ruta suroeste y noreste, y llega hasta Agua Viva en el Estado Trujillo, el jardín de Venezuela.
