Una de las tradiciones más antiguas y que aún se mantienen vivas en las festividades de Semana Santa son Los Palmeros de Chacao; costumbre que tiene lugar en la urbe capitalina. Esta tradición se ha venido desarrollando desde finales del siglo XVII, la cual revive aquel pasaje bíblico de la Entrada del glorioso Jesús a la ciudad de Jerusalén.
Remontándonos un poco hacia la historia de esta costumbre de más de dos siglos, tuvo lugar en una de las típicas vísperas de Semana Santa en 1776, cuando una fuerte peste cubrió la capital venezolana, acabando con la vida de numerosos pobladores de Chacao. El sacerdote de la Iglesia de San José, Padre José Antonio Mohedano, rezaba constantemente con una profunda devoción para que la enfermedad se marchara de su parroquia.
En una de las misas el sacerdote rogó a sus devotos que enviaran a sus obreros a subir el pulmón vegetal caraqueño y trajeran las palmas justamente para el Día Domingo de Ramos. Con fervor escalaron la montaña, entre rezos y oraciones para que la implacable peste los dejara en paz. Posteriormente, pasaron tres días para que los obreros distribuyeran las palmas en los hogares de los enfermos. Finalmente, llegó el Domingo de Ramos y los pobres enfermos sanaron milagrosamente.
De esta manera tan milagrosa tradición de trasladar las hojas de las palmas del cerro, se difundió de generación en generación.
Actualmente, Los Palmeros de Chacao suben el día viernes, anterior al famoso Domingo de Ramos, posteriormente bajan el día sábado con las verdes hojas de palmas, las cuales serán bendecidas durante la tradicional festividad del día domingo.
