En la localidad de Santo Domingo, en el mágico y nevado Estado Mérida, anualmente cada 30 de Septiembre Los Negros de San Jerónimo recorren las calles con la finalidad de honrar a su santo con una especial y particular danza. Esta población es un encantador lugar que deben visitar, además de ello, los eventos desarrollados ese día lo convierten en la mejor opción para planificar su estadía y así disfrutar al máximo de todos los atractivos que ofrece.
Santo Domingo fue establecido por los conquistadores españoles en el año 1619, a pesar de la existencia de una localidad indígena con una excelente actividad agrícola. Fue desde ese entonces que se nombró a San Jerónimo como santo y patrono de esta ciudad.
Los Negros de San Jerónimo son una tradición cultural arraigada en la vieja cultura indígena.
Los integrantes de esta popular danza suelen pintar sus rostros de negro y llevan consigo una maraca en la mano derecha, resaltando que ambas expresiones son características tradicionales de las ceremonias indígenas y orígenes de la costumbre. Generalmente, en casi todos estos tipos de festividades, los grupos están conformados solamente por hombres y jóvenes que pagan promesas.
Esta celebración se inicia puntualmente a las diez de la mañana; antes de esa hora, los feligreses se reúnen en una de las calles cercanas a la iglesia. Es fácil encontrarlos, solamente hay que seguir el característico sonido de las cornetas largas y de los cachos que soplan constantemente, sin dejar a un lado los cohetes que también divulgan el comienzo de este gran evento popular.
A partir de ese punto comienzan su recorrido hasta el templo, realizando una danza de doble fila. En su particular danza, brincan y saltan, primero avanzando y luego doblando la fila para retornar y así adelantar más de lo que regresan para finalmente llegar al lugar indicado. Resaltamos que esta fecha señala el inicio de la etapa de la siembra de trigo, primer producto dentro del cultivo de esta región. Por esta razón, la danza cuenta con una variedad de ejecuciones que representan esta actividad. Cada parte del baile simboliza los pasos a seguir para el cultivo como lo son: sembrar, rozar, cosechar y desyerbar.