Uno de los platillos icónicos y más representativos en nuestra querida Venezuela es el pabellón criollo o pabellón venezolano, además de cautivar nuestro paladar, nos atrae visualmente debido a sus llamativos colores que probablemente sugiere la unión de las razas o tribus que conforman nuestro amado poblado; su aroma es sencillamente exquisito y tropical de esta magnífica nación.
El plato está compuesto por un rico arroz blanco, una suave y gustosa carne mechada, caraotas negras y deliciosas tajadas de plátano frito; organizados cada uno de ellos de la manera más estética y llamativa para resaltar mucho más sus características en cuanto a sabor, aroma y color. Todas estas preparaciones forman parte fundamental de la cocina venezolana.
Esta exquisitez culinaria ha sido parte de nuestra mesa durante toda nuestra historia, se ha mantenido en esta tierra, ha sido modificado en diversas zonas del país, pero no deja de tener esa genuina esencia que lo caracteriza. Es algo complejo determinar las raíces de esta comida, sin embargo, a finales del siglo XIX era famoso en la capital caraqueña.